LA IMB Y LOS MISIONEROS CHILENOS TRANSMITEN SU VISIÓN DE ALCANZAR ISLAS
Read StoryLa historia no ha terminado; aún queda trabajo por hacer. Los cristianosde África Occidental aprendieron sobre la función que cumplen en la historia de Dios por medio de las piedras. Si te preguntas qué tienen que ver las piedras con todo esto, sigue leyendo.
Los miembros de la iglesia observaron cómo crecía la fila de piedras. Una a una, se fueron añadiendo más piedras, hasta que hubo 22 formadas. Por cada piedra, un creyente contaba una historia de la Biblia.
La misionera Katee Sheppard, de la Junta de Misiones Internacionales, capacita a creyentes de África Occidental para que utilicen piedras con el fin de compartir 22 historias, desde la creación hasta el Apocalipsis.
Katee afirma que enseñar a los creyentes a compartir el evangelio mediante historias cambia vidas, pues los equipa para reconocer la intencionalidad de convertir una conversación cualquiera en una espiritual. Para las personas del mundo que prefieren aprender de forma oral o para aquellas que no tienen una Biblia en su idioma,los métodos de narración bíblica presentan el evangelio de un modo que les permite fácilmente recordar y repetir.
Durante una sesión de capacitación que incluyó piedras e historias, Katee pidió a los participantes que dejaran un espacio amplio entre la historia de Pablo y Silas y la piedra que representaba la segunda venida. Katee preguntó a la congregación: “¿Por qué creen que hay un espacio tan grande entre las dos últimas piedras?”.
Una persona de entre los asistentes intervino: “Porque en ese espacio estamos nosotros. Ahí están nuestras historias”.
La iglesia reconoce que este es su momento, su tarea y su responsabilidad. Ahora se sienten más preparados para difundir el evangelio.
Mariam, una de las creyentes del equipo de narración, se puso delante de la congregación y conectó perfectamente las historias que representaban las 22 piedras.
El domingo siguiente, los miembros de la iglesia salieron a las calles para compartir sus historias. Katee no sabía a ciencia cierta cuántos participarían. Se preguntaba si estarían nerviosos, pero la congregación llegó muy entusiasmada.
Cinco personas hicieron profesiones de fe. Una de las creyentes se sorprendió al descubrir que alguien con quien compartió el evangelio nunca había escuchado la historia de la creación. Katee dijo que fue como si se encendiera una luz en su mente.
Esta creyente dijo a la iglesia: “Hay trabajo por hacer aquí”.
Todo comenzó a tener sentido en la congregación. Katee, con cinco miembros totalmente capacitados, transfirió la responsabilidad del ministerio a los miembros de la iglesia.
Katee afirmó que su objetivo en el ministerio es que el liderazgo local asuma la obra de modo que ella no tenga más trabajo que hacer allí. El Señor le dará más trabajo, pero con otras personas.
*Por razones de seguridad, se han modificado los nombres.