A David York aún se le llenan los ojos de lágrimas cuando recuerda cómo Dios le habló a través de Efesios 3. En el aislamiento causado por la pandemia, David le pidió a Dios una visión para la obra en las islas donde él y su esposa, Regan, sirven por medio de la IMB.

Dios le dio un corazón renovado por la iglesia durante su estudio de la epístola de Pablo. David habló con su esposa y le dijo: “Quiero ver esto”, refiriéndose al pasaje de Efesios. “Quiero ver iglesias saludables y maduras. Quiero ayudar a las iglesias a conocer cuáles debieran ser sus metas”. David, quien dirige estrategias para el trabajo de la IMB en un grupo de islas del sudeste asiático, ora por nuevas iglesias en nuevos lugares. Conforme los creyentes se reúnen, él ora porque conozcan el poder del evangelio.

David afirma: “El mismo evangelio que nos salva, nos santifica. Nuestro equipo de misioneros y colaboradores locales desean que las iglesias se centren en el evangelio”.

Las misiones entre las etnias de estas islas pueden ser todo un reto. Aunque muchas comparten similitudes geográficas, la gente y la cultura varían mucho en las más de 17 mil islas del sudeste asiático. En algunas islas se levantan grandes ciudades, pero miles permanecen deshabitadas e inexploradas. Viajar entre las miles de islas es una tarea ardua, e incluye atravesar selvas, montañas y costas. Las islas representan concentraciones de hindúes, musulmanes, animistas, místicos y católicos por cultura, con escaso conocimiento de la verdad de la Palabra de Dios.

En el grupo de islas donde ministran los York hay cinco etnias. Ninguna de estas han sido alcanzadas por el evangelio. En el grupo de islas más grande viven más de 125 etnias
no alcanzadas y olvidadas. A muchas de las etnias solo se las conoce de nombre, pues los misioneros y los creyentes locales han tenido poco o ningún acceso a estas. Lo cual se traduce en poco o ningún acceso al evangelio.

Hace muchos años, Dios abrió las puertas a la presencia misionera permanente en estas islas del sudeste asiático. El trabajo de hace décadas de los anteriores misioneros ha dado lugar a profundas relaciones y a estrechas alianzas en la actualidad. David considera una bendición su trabajo con las asociaciones locales de iglesias. A través de su servicio, se capacitan y se equipan a más líderes para el estudio de la Biblia, el evangelismo y las misiones transculturales. Cuantos más líderes compartan la misma visión y estén equipados para la tarea misionera, más etnias de las islas tendrán la oportunidad de arrepentirse de sus pecados y poner su fe en el único y verdadero Dios.

David dijo de las iglesias locales: “Estamos trabajando con ellas y a través de ellas para alcanzar a este grupo de islas”.

Sin embargo, el trabajo para alcanzar a los millones de no alcanzados de estas islas sigue en pie.