SEMANA DE ORACIÓN: DÍA 8
VIDAS CAMBIADAS ALCANZAN A OTROS EN EL CUERNO DE ÁFRICA
Read StoryLa decisión es difícil de imaginar: cometer infanticidio o ser rechazados por la tribu.
Muchas familias indígenas de Brasil enfrentan el rechazo de su comunidad por negarse a practicar el infanticidio. Esta cruel tradición — que implica matar a los bebés nacidos con defectos congénitos o enfermedades incurables, o en casos de embarazos no deseados o partos múltiples — todavía se practica en algunas tribus de Brasil.
Los misioneros Nick y Amber Sroka, de la Junta de Misiones Internacionales, están llevando la luz de Cristo a esta oscuridad.
El verano pasado, el sonido de un martillo resonaba en el aire en tanto Amber golpeaba un clavo tras clavo en un bloque de madera redondo para darle forma de cruz. Le dio la pieza artesanal a Jessica, su joven amiga, para que la terminara enrollando hilos de colores alrededor de la cruz.
Los colores vivos de l objeto reflejan el espíritu vibrante de Brasilia, la ciudad donde Amber y Nick viven y sirven. En el evento veraniego, los Sroka se unieron a un grupo de una iglesia bautista de Misuri para hacer un programa tipo escuela bíblica de vacaciones en un centro ministerial. Los voluntarios formaron vínculos profundos con niños como Jessica, que nació con distrofia muscular y cuyos padres decidieron dejar su tribu para protegerla.
Aunque sirven apoyando a otros misioneros, la familia Sroka no deja de compartir sobre el amor de Jesús con aquellos que no conocen las buenas nuevas. Compartieron esa visión con otros, como los bautistas de Misuri, a quienes pusieron en contacto con familias en el centro ministerial ATINI.
ATINI significa “ voz ” en uno de los idiomas tribales. Este centro ayuda a las familias a recibir atención médica y a adaptarse a su nueva forma de vida. Además, se encarga de inscribir a los niños en escuelas locales, y ofrece clases de refuerzo.
Nick y Amber están en comunicación con otros misioneros de la IMB a lo largo de Brasil para así identificar y brindar apoyo a familias que sufran rechazos tribales similares o que tengan hijos que necesiten asistencia médica que no esté disponible donde viven.
Amber compartió: “Cuando alguien dice: ‘Mi hijo nació con esta deficiencia, no sé qué hacer’, entonces podemos hablarle sobre este excelente recurso para familias que están pasando por lo mismo”.
La familia Sroka anima al personal de ATINI que ayuda a estas familias. Se encargan de movilizar grupos de voluntarios de Estados Unidos a Brasilia para que ministren a las familias y para que colaboren en distintos proyectos dentro del campus de 4 hectáreas. Estas visitas no solo brindan apoyo, sino que también ofrecen oportunidades para compartir el evangelio.
Edgar y Elisa viven en ATINI con sus cinco hijos, incluida Jessica. La pareja hace joyas y piezas de artesanía de madera para venderlas en los mercados locales. Tanto Edgar como Elisa han declarado su fe en Cristo, y se han bautizado como creyentes. Son un testimonio de que el evangelio puede transformar vidas, incluso en las situaciones más difíciles.
*Por razones de seguridad, se han modificado los nombres.
